domingo, 20 de marzo de 2011

WHO HAVE THE LONGEST ONE?


En mi post “Efecto Dominokulus” algunos meses atrás, comentaba que la crisis griega no respondía a problemas únicamente adjudicables a la economía de los helenos sino que debíamos buscar las causas en cuestiones estructurales en el Viejo Continente. Decía que Europa debía rápidamente relocalizarse en el mundo. Encontrar un lugar, saber qué hacer. Que con una industria tecnológica atacada por los asiáticos y los BRIC en general, con desplome absoluto de su sector inmobiliario y turístico, altos índices de desempleo y población envejecida el panorama no era bueno. Esto sumado a su imperiosa necesidad de - para atender a un sofisticado y malcriado mercado interno - comprar en otras latitudes gran parte de los comodities primarios que se consumen en un contexto como el actual de los términos de relaciones de intercambio. Las raíces del drama evidentemente continúan vivas, países como España ya están en veintipico por ciento de ‘parados’ y las agencias calificadoras de riesgos los bolean cada vez más.

En “Aislar a China” (otro post) allá por el mes de septiembre, concentré la reflexión en el más que evidente acuerdo que habían subscripto el Brasil de Lula y la Argentina de Cristina con el fin de negociar (proteger) y en definitiva revaluar sus producciones vía acuerdos ínter bloque de comercialización pactada. Nosotros tenemos los recursos, no seamos giles y no negociemos por separado como hicimos durante siglos y acordemos antes de hablar con cualquiera. Especialmente si el pedido de cotización viene de Nueva Delhi, Shangai, Tailandia o achinado que se le parezca. Recordemos que durante años nos tuvimos que apichonar solitos no sólo para vender sino para pagar. El que te cobra se llama Club de París o cosa parecida y siempre son más de uno agrupados y vos caes solito y regalado a poner la capocheta. Esta de papanata la hicimos toda nuestra historia hasta que finalmente la cosa parece que ha cambiado. El que se llena la boca diciendo que Brasil no para de crecer, que es la quinta economía del mundo, que va a ser potencia etc., y no leyó el mensaje de la Presidente Dilma en su viaje a Buenos Aires (el primero que realizó al exterior por cierto, acción que por sí sola ya es una señal) en donde claramente y sin rodeos expresó la prioritaria importancia de Argentina en la estrategia brasilera, o bien se hizo el boludo, o los más probable, tan ciego de gorilismo prefirió hacer de cuenta que nada había pasado. Ver discurso Dilma Roussef

Amigos: Brasil y Argentina se han puesto de acuerdo; y que no les vaya a parecer poco! Inclusive hay entre los sectores, discursos más optimistas que aluden al paralelo entre la alianza que en algún momento logró motorizar a toda Europa. Y hablo lógicamente de Alemania–Francia. No sé si será para tanto pero que en el actual contexto un Brasil-Argentina unidos seguramente le pueden dar una mano a toda la región no tengan dudas. Bue… me agrandé un poquito parece. Es que estoy contento.

Todo este verso que les meto al inicio va con motivo de la cantidad de BMW, Mercedes Benz, maquinaria New Holand, papitas Pringles, perfumitos Ninna Ricci, jamones ibéricos de bellota del choto, y la boludez que se les ocurra que se encuentran varados en el Puerto de Buenos Aires con motivo de las LNA (Licencias No Automáticas) que de acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial de Comercio ha dispuesto implementar nuestro Gobierno Nacional. Hoy no había tapa de diario que no refleje este tema en nuestro país —y a imagen y semejanza de lo ocurrido con el avión yanqui cargado de cosas no declaradas que retuvo Aduana par de semanas atrás— el cipayaje de siempre salió en patota a defender el interés foráneo.

Resulta ya poco creíble que ciertos sectores del país no entiendan que debemos proteger el interés nacional, no podemos pensar que los que salen a reclamar que entre de todo al país lo hacen desde una “diferente concepción de modelo” por enunciarlo políticamente correcto. No. Estos tipos nos quieren vender sandía sin calar.

No puede ser que no perciban que en estos días se esté negociando con la CEE un tratado de libre comercio o por lo menos de comercio preferencial y que es fundamental que les hagamos sentir un poquito de rigor. Que les dejemos bien en claro que para nuestra situación comercial actual —si bien es importante el Viejo Continente como mercado— lejos esta de ser fundamental. Y que ellos si necesitan vender a América Latina, ya que en los números de sus propias empresas queda bien claro que sin utilidades en los emergentes, sus matrices estarían cerradas. Así de clarito. Los sectores secundarios y terciarios de sus economías saben de su necesidad de relacionarse con MERCOSUR.

Por otro lado, si bien todavía hay dependencia en algunos aspectos, hoy nuestro bloque regional se puede abastecer desde otras coordenadas con la plata de la soja argentina, la carne brasilera o el petróleo venezolano, mientras que si nosotros no les mandamos carne, cereales, pollos, cerdos y alimentos en general se van a pegar una cagada de hambre marca autito.

Entonces señores del establishment berreta y obsoleto, cronistas de cuarta vendidos, dejen de hablar al pedo plis. Esto no es una locura de Moreno como tratan de colocar. Esto se trata de un proceso de negociación con otro grupo de naciones que entre paréntesis nos ha cagado mucho tiempo con medidas proteccionistas mucho peores que estas y que durante décadas ha sostenido su estado de bienestar con recursos llevados de estas tierras muchas veces en connivencia con estos mismos que hoy critican la posición Argentina-Brasilera.

Hoy MERCOSUR y de ahí mi contentura (que se me permita la expresión) se puede plantar a discutir punto por punto del acuerdo, sin tener que ceder ni ser chantajeado. Y bueno, si por acaso las cosas se dilatan y no llegamos consensuar tenemos cómo esperar. Habrá que ver quien llama primero. Después… —como decimos en el barrio, veremos... "quién la tiene más larga".