miércoles, 5 de mayo de 2010

Efecto Dominókulus


“Echale la culpa a Atenas” bien se podría llamar este montoncito de ideas que tratare de llevar a unas líneas. Parecería ser que la economía Griega esta haciendo peligrar la situación en Europa o cosa parecida. Será que el precio de las naranjas, el aceite de oliva y la falta de réditos turísticos de la Isla de Mikonos tienen la capacidad de hacer temblar a todo un continente o bien hay algunas cositas más atrás de todo esto que prometen meses y talvez años de reajustes en el viejo continente?

Si miramos un poquito mas en detalle los diarios de las ultimas semanas vemos también que España ya no controla su déficit fiscal y que su nivel de desempleo supera los 20 puntos, Alemania harta de ponerse en las espaldas al viejo mundo no ve sustentabilidad en prestarle 200000 millones de dólares a los helenos para que arreglen su quilombo –“no lo van a poder pagar”, dicen los germanos..-.Italia se esconde atrás del reality show que promueve “el papi Berlusconi- entre yates y hermosísimas odontólogas. El rey de los medios de comunicación sabe muy bien que “el costo italiano” es altísimo hoy en día lo que dificulta de sobremanera cualquier intento de reactivación. Inglaterra se pelea hasta con el Santo Padre pero en esos problemas “divinos” no me voy a meter, Portugal se hunde cada vez mas y por ahí va la cosa.

Se les ha puesto difícil a los europeos. Su histórica industria tecnológica siempre de ultima generación esta siendo atacada incesantemente por los asiáticos, los Bric por otro lado están dispuesto a poner su mano de obra a precios de ofertón para tentar a las multinacionales, además, a veces como en el caso de Brasil y Rusia son capaces de ofrecer una batería de recursos naturales que las agotadas tierras europeas ya no ofrecen además de gigantescos mercados internos, que si bien de poca renta, interesantes potencialmente. Los flujos de capitales ya no llegan al viejo continente como en la época del boom inmobiliario, sus propias empresas buscan nuevos destinos mas competitivos adonde ir a realizar negocios y su turismo siempre fuerte, por tener un alto componente intraeuropeo, acaba sufriendo el bajón en una suerte de circulo vicioso.
Solo en su capacidad de ofrecer servicios y fundamentalmente en la posibilidad de mantener el euro como moneda de cambio universal parecerían estar las lucecitas al final del túnel para estas economías hasta hace poco de tremendo estado de bienestar.

No me da la impresión que estemos hablando de un problema del precio de las naranjas en este caso…Los cambios en la actualidad se dan con velocidad supersónica, la información fluye mas que dinámicamente, la toma de decisión es on line y a nadie le da cargo de conciencia abandonar una región para radicarse en otra. Asistimos a cambios en la geoeconómica internacional y aceptamos como al pasar la irrupción de nuevos y poderosos jugadores en la escena económica mundial sin percibir que dichos cambios se harán sentir seguramente, siempre alguien perderá algún terreno al ser desplazado por el recién llegado. Es así nomás…y a llorar a la Iglesia.
La histórica polarización del poder mundial y la estratégica relación EEUU-CCE hace algún tiempo empezó a ser puesta a prueba y en el ultimo lustro muestra ya claras fisuras. Regiones que antiguamente prácticamente no sumaban al consumo de bienes y servicios, especialmente alimentos, hoy lentamente pero masivamente se suma al plato de cada mediodía. Esto evidentemente tiene como efecto primario un aumento de precio por demanda pero también por lo menos otros dos “colaterales” que podríamos denominar y que son: Una mayor opción de clientes para aquellos países productores y con excedentes como es el nuestro, y un estado de nueva competencia por parte de los países centrales históricos compradores de ciertos suministros básicos con los nuevos recién llegados a la mesa universal que por su ausentismo histórico no jugaron nunca como tales.
Es decir, el posicionamiento casi de tipo colonial que EEUU y Europa mantenían en el mundo, y desde donde se abastecían, hoy son tierras que comienzan a ser visitadas por nuevos buscadores de recursos. Las relaciones Sur –Sur comienzan a aparecer en el mapa como un fenómeno siempre pendiente que parecería comenzar a escribir su historia.

Para completar el mix, estos nuevos jugadores trabajan sobre una población acostumbrada a vivir en los niveles de más básica subsistencia lo que les permite competividad en áreas industriales en donde apoyar sus exportaciones y equilibrar sus cuentas. La situación europea dista mucho de esto, con necesidad y hábitos de consumo de alto padrón para su población.

Es así como el “status quo” económico internacional esta tambaleando por estos días y de ahí probablemente todos estos chispazos a los que asistimos. Es evidente que un proceso de reacomodamiento, “de nuevo orden” como se lo suele llamar, esta mas que en marcha. Hoy están todos valorando sus recursos y temiendo por sus debilidades. En este sentido la situación de los Estados Unidos si bien no es la ideal dista mucho a la de Europa, pues si bien no atraviesa un momento optimo, es obvio que continua y continuara siendo un país muy fuerte. Por geografía y recursos naturales, por tecnología y por mercado interno evidentemente no dejara tan fácilmente la supremacía internacional. Solo para tener una idea del tamaño de mercado, el estado de California representa hoy en términos de PBI tres veces las economías de Argentina y Brasil juntas lo que nos puede dar una idea del monstruo del que estamos hablando. Golpeado si, pero gigantesco sin dudas también.

En fin, complicado panorama para la tierra de nuestros abuelos, obligación inmediata de definir como va a jugar en el nuevo mundo que asoma parecería ser la cuenta pendiente de un continente al que las “nuevas olas” parecerían comenzar a darle la espalda. Deseo obviamente una Europa fuerte pero no puedo dejar de temer que luego que Grecia llamó la atención una suerte de “efecto dominokulus” se propague en otras economías de la región. Ojala no, pero…