domingo, 22 de abril de 2012

EL SECRETO DEL OSO PANDA

Si hay un bicho al que no quiero, ese es el oso panda. Atrás de esa carita de buenito y de sus artísticas peripecias a la hora de hacerse del tierno brote de bambú se esconde un agente perverso que ha jugado históricamente a favor de los imperios.
No me creo tu carita de contento cuando nacen tus hijitos en algún zoológico del primer mundo, no me vás. Sos insignia invasora, abre puertas de rateros.
Mozambique no dudó y agradeció. Así hoy en su bandera nacional luce altiva una AK47, Mijail Kalashnikov padre de la máquina sabe de su invención y del efecto superador sobre las conciencias nacionales de pueblos en lucha de independencia. No es lo mismo que le den cualquier arma a un guerrillero que si le entregan una AK47. Es el símbolo y por eso debe estar en la bandera, por que una imagen vale más que mil palabras y por ello hay que flamearla sin cesar para convencer, para adoctrinar, para dominar.
Y así nos llegan hoy a nuestras tierras los agentes encubiertos con sus banderas de cooptación, munidos de señales, armados con imágenes. Y ahí esta el oso, firme con su cara de colgado enternece el corazón de universitarias progresistas, nos pone las minas a hablar de boludeses como las ballenas, conversaciones aburridas que nos tenemos que aguantar nosotros cuando en realidad la invitación a tomar un café tenía intenciones mas cercanas a la procreación que a la conservación.
Así llegan los saqueadores a contarnos las costillas disfrazados de ONGs, como la WWF  y tantos más nos recuentan los porotos diariamente, nos inventarean los recursos y pasan sus informes detallados a sus matrices financiadas por corporaciones hambrientas de patentes de productos que garanticen réditos futuros.
Así han transformado a Manaos, la capital del Amazonas por decirlo de algún modo, en la ciudad con mayor concentración de ONGs por habitantes del mundo. Impresionante el apego de las potencias centrales a mejorar la vida del indio che, que maravilla…No quiero pensar que en realidad son formas jurídicas que habilitan el ingreso de recursos y personal técnico-científico capacitado para estudiar, clasificar e inventariar lo que haya para llevarse ahora o cuando la situación lo permita, no?. Noooo, imposible, las potencias nunca se han comportado de ese modo, estoy delirando.
En fin, es domingo y como casi siempre me dedique a leer a la mañana y me encontré con que hoy 22/4 es el “Día de la tierra” y ahí se me vino todo esto a la cabeza.
Hace rato ando caliente con este tema, eso de festejar el día de la tierra y no el día del hombre, eso de tratar de salvar al caballo que tira el carro y prohibir la tracción a sangre e ignorar en la misma foto que algún conservacionista colgó del facebook a los dos pibitos que van arriba totalmente vulnerables piloteando “la nave”.
O sea, toda la vida con los caballos se hizo mortadella, ahora no se por que, queremos tener al caballo como a un rey y que los dos chicos que van arriba se caguen de hambre ni nos calienta.
Yo ya no entiendo nada, y para mi es culpa del oso panda.
No es que no me caliente el equino que se entienda, pero me calientan más los dos niños que quede claro.
Eso parece que no es tan así en general, una vez más estaré fuera de juego, pues observé que poniendo “dia de la tierra” en google me aparecen 33.200.000 resultados, mientras que si pongo “dia del hambre” son 39.200.000, es decir hay un par de pelotudos más nomás a los que les interesa más el hambre en el mundo que festejarle el dia a la tierra. Me podrán decir que son temas comunes y hablarme de sustentabilidad y eso, de todas formas no me van a convencer y me seguirá  quitando más el sueño que hoy se hayan muerto miles de niños por desnutrición en el mundo que en 2000 años se derritan los polos y se inunden los Noruegos.
Pero bueno, hace no mucho, aunque en nuestro país par de meses son verdaderas eternidades, el tema de la minería lo era todo. Hoy, después del quilombo con YPF, hablar de minería es una antigüedad. Sin embargo cuando esa era la temática diaria miles de voces se alzaban contra la explotación en virtud del daño que podríamos eventualmente causar al medio ambiente y la poca responsabilidad en virtud de generaciones futuras. Debo decir que tengo mis dudas.
Si observamos el comportamiento de todas las economías centrales lejos de ser tan cuidadosos o previsores utilizan sus recursos sin reparos con el fin de desarrollarse, obviamente la aplicación que se haga de lo obtenido terminará definiendo la jugada, pero en ningún caso ellos han guardado algo o han dejado de actuar en algún segmento si vieron en el una posibilidad de lograr ventajas. No los frena ni tumbar un pino, ni picar un cerro, ni construir una central nuclear arriba de un volcán en zona de terremotos.
Sin embargo a nosotros nos explican que si nos debe interesar, que si debemos guardarlos para después, que no lo toquemos y que los dejemos ahí. No nos estarán cuentiando?
Es como que hay una doble vida, la del que come bien, tiene techo y esta calentito entonces quiere cuidar al conejo silvestre de borneo y al ciprés enano del monte boreal para que lo conozcan sus bisnietos y el de un  tercio de la población mundial que mataría por un conejo a la cacerola y que no dudaría en tirar abajo un árbol para usar de leña.
Sin embargo acá nosotros somos tan civilizados que posteamos todos en twiter  - y es re cool hacerlo inclusive – algo relacionado con “Protejamos la tierra” y cosa parecida, pero cuidado, tenemos miles de compatriotas y millones de personas en el mundo que no tienen la posibilidad de pensar que les va a quedar a sus nietos en 100 años por que no saben con que alimentar a sus hijos hoy, y en defensa de ellos, muchos menos grupos y muchas menos voces se suelen escuchar.
Nuestra obligación es primero con las personas me parece y lo siento por el conejo. Usemos todo el potencial de nuestros recursos en el desarrollo de nuestras sociedades y no nos dejemos engrupir por el oso panda que sino cuando nos demos cuenta nos vamos a quedar sin el caballo y nuestros chicos van a seguir flacos.
Teorías pesimistas de poblaciones, recursos y alimentos ya hace muchos años se han dado en este mundo y ha quedado perfectamente comprobado que el conocimiento y la tecnología acaban compensando los procesos.
Obviamente que no dudo de la necesidad de intentar en lo posble proteger al medioambiente y a la “madre” tierra, pero primero démosle todo a nuestros niños, alimentación, salud, educación, que después de alguna forma un caballo conseguiremos.