sábado, 6 de abril de 2013

CONSERVADURISMO DEL SIGLO XXI

Tanto escuchar hablar de cambio,
tanta revolución socialista
ahora todos son progresistas
sin embargo mi oreja duda
si cuando veo sus coches
o comentan sus vacaciones
veo a mozos de bon vivant
con lujo y sin privaciones.

Entonces ayer levante con eso
dando vueltas en mi cabeza
no es necesaria destreza
ni cerebro de erudito
para entender la cuestión
de que un tipo sin apetito
pa que va querer el cambio?
que todo siga igualito.

Los conozco de cachorros
y en sus andanzas tempranas
peleábamos por pavadas
tiempos de ilusiones sanas
idealismo optimista
horas pensando en los demás
y hoy calculadoras figuras
que cada vez quieren más

No se trata de partidos
ni siquiera de posiciones
hablo sólo de esos tipos
que se han montado en algún potrito
y que laburando poquito
talvez con muchas “reuniones”
se llevan siempre su pedacito
y olvidaron sus convicciones.

Al colegio de sus hijos
de algún modo hay que pagarlo
y cuando sus “exs” los presionan
para que pongan la cuota
la ideología se esfuma
ponen ceño de pensantes
lo que importa es la moneda
cara de tonto y pa’ adelante.

Como el carnet para conducir
que demanda de ciertos años
deberíamos poner límites
a los hombres de mi generación
los 40 son burgueses
el gaucho se pone mezquino
olvida al pobre y al débil
junando la casa del vecino.

Siento entonces que ya es tiempo
de encarar a esa rapiña
que juegan de transformadores
y en realidad en su mente
sólo existe perpetuarse
abrazando al punto de moda
mientras entren los morlacos
el discurso se acomoda.

Entre muchos conservadurismos
este es el que más duele
por indigno y vergonzante
por egoísta y por traidor
no se entiende que un cristiano
que vive de la plata del pobre
no trabaje horas extras
por su causa y en su nombre.